El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met), en Estados Unidos, es en principio un espacio dedicado a conocer y acercar la riqueza cultural del mundo; esfuerzo dentro del cual se integra la renovación de su galería de América, así como novedosas estrategias de comunicación para acercar sus contenidos a nuevos públicos, entre estos, la población migrante.
Sobre ello habló la curadora asociada de Arte Americano Antiguo en el recinto norteamericano, Laura Filloy Nadal, en una conferencia presentada en días pasados dentro del Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM), en la Ciudad de México.
Esta ponencia, titulada “Transformando la experiencia: estrategias de comunicación e inclusión para la renovación de la Galería de arte antiguo de las américas, en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York”, se realizó en la Biblioteca Pedro Bosch Gimpera del MNCM, espacio adscrito a la red de museos de la Secretaría de Cultura federal y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Filloy Nadal, reconocida experta que, en México, ha tenido bajo su responsabilidad la restauración de piezas inestimables como la máscara funeraria de Pakal “el Grande”, comentó que, si bien las primeras obras sobre América llegaron al Met en los años inmediatos a su fundación, en la década de 1870, su curaduría inicial tuvo problemas para clasificarlas y ubicarlas en salas, pues el acervo abundaba en arte clásico y europeo.
Fue hasta 1897, con la donación de 1600 piezas mesoamericanas de la colección de Louis Petish, que se formó una primera galería sobre el continente. Posteriormente, las colecciones americanas se trasladaron al Museo de Historia Natural de Nueva York, donde se juntaron con otras obras de “culturas sin historia escrita”, apuntó la también restauradora.
Allí permanecieron hasta 1954 cuando, en coincidencia con el auge por el estudio de las culturas precoloniales, Nelson Rockefeller fundó el Museo de Arte Primitivo, donde se concentraron numerosas expresiones materiales de África, América y Oceanía.
Filloy Nadal enfatizó en la insistencia de Rockefeller para retornar las colecciones al Met, esfuerzo que culminó con la reincorporación del acervo y la construcción de un nuevo pabellón, que se nombraría Ala Michael C. Rockefeller, en 1969. Así, “las tradiciones artísticas de tres cuartas partes del planeta pasaron a formar parte del discurso museal, gracias a una donación que cambió para siempre el carácter del Met”.
Desde hace siete años, la sala de “Artes de África, Oceanía y las Américas” entró en renovación con la finalidad de poner en contexto y ubicar en la actualidad sus colecciones; buscar relaciones entre las piezas y el arte de otras regiones y épocas; exponer sus procesos de desarrollo y formular un plan de comunicación para atraer nuevos públicos.
En particular, Laura Filloy es parte del equipo para la sección sobre Arte Americano Antiguo. En el ámbito museográfico, indicó que la distribución de la nueva sala está inspirada en la arquitectura y la urbanística de las ciudades prehispánicas. Además, la ubicación de la galería facilita el diálogo con otras salas, como las de arte moderno y contemporáneo.
En el aspecto de la curaduría, añadió, se ha buscado orientación para el discurso, y destacó el diálogo que se ha tenido desde 2019 con el equipo del Museo Nacional de Antropología, liderado por Antonio Saborit García Peña. Asimismo, se han realizado entrevistas con intelectuales y artistas de Latinoamérica y el Caribe, quienes han aportado análisis y reflexiones sobre las piezas, que se verterán en cédulas y audioguías.
Respecto a la divulgación, sostuvo que se pretende atraer nuevas audiencias al Met, con énfasis en la población migrante. “Queremos acercarnos a esta comunidad, heredera del patrimonio americano, y crear un vínculo con ella para que se interese por conocer su historia y transmitirla a otras generaciones, como las ya nacidas en Estados Unidos”.
Algunas estrategias para la nueva sala se pusieron a prueba con la exposición internacional Las vidas de los dioses: La divinidad en el arte maya presentada hace un par de años en el Met; entre ellas, crear contenidos en español y quiché, rescatar la tradición oral como fuente de información y demostrar la vigencia de las culturas prehispánicas de todo el continente americano.
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