Microsoft y Sony se enfrentan en una batalla por el control de la industria de los videojuegos. Después de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, la compañía decidió dar un ultimátum a Sony para crear su propio videojuego que sea capaz de competir con Call of Duty, el acuerdo, que tendría una duración de 10 años, permitiría a Sony que sea un jugador importante en el mercado.
La propuesta de Microsoft ha generado preocupación en la industria, ya que podría significar el final de la competencia y de la diversidad en el mercado. Muchos críticos argumentan que la medida es una forma de monopolizar la industria y reducir la competencia.
Sin embargo, Microsoft insiste en que el acuerdo es justo y necesario para mantener la competencia en la industria pues la compañía afirma que el acuerdo permitirá que otras empresas tengan la oportunidad de desarrollar su propia versión de Call of Duty y competir en el mercado.
La Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés) ha sido llamada para investigar la adquisición de Activision Blizzard y el acuerdo propuesto entre Microsoft y Sony, ésta deberá decidir si el acuerdo es justo y si permitirá la competencia en la industria.
Mientras tanto, Sony se encuentra en una posición difícil, ya que necesita crear su propio videojuego que pueda competir con Call of Duty en cierto periodo de tiempo, debido a ello, la compañía está trabajando para que la CMA esté en contra de Microsoft, pero todavía no se sabe si será posible.
En resumen, la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha generado preocupación en la industria de los videojuegos ya que dio un ultimátum a Sony para desarrollar su propio videojuego y competir con Call of Duty y esto ha sido visto por algunos como una forma de monopolizar la industria, sin embargo, la CMA deberá decidir si el acuerdo es justo y si permitirá la competencia en la industria.
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